domingo, 21 de junio de 2009

Campeona de ¿todos?

Creo que la única pelea de box que vi en mi vida fue una protagonizada por el" Macho" Camacho. Toda una decepción comparada con los épicos combates de Rocky Balboa frente a rivales imposibles como Apollo Creed o Ivan Drago. No cabía duda: el box era mejor en película. Nunca más me interesó.
A muchos les pasó lo mismo, influenciados no tanto por comparaciones entre púgiles reales y el personaje de Stallone como por la progresiva presencia de las mafias y las apuestas en los combates. Cada vez más cortos. Cada vez más falsos.
En el Perú, pasada la época de nombres como el legendario Mauro Mina o el díscolo y, sin duda, prospecto echado a perder por merito propio, Mario Broncano, el box venía formando parte del saco de deportes ignorados por muchos, seguidos por pocos y apoyados por nadie.
Entonces llegó Kina Malpartida.
Con la noticia de su reciente campeonato mundial, asistimos a un fenómeno muy parecido al de Sofia Mulanovich tiempo atrás: el de una deportista y una disciplina que apenas daban para un recuadrito ocasional en los diarios deportivos devenidas en noticia de primera plana y que vengan los Laureles Deportivos y Vamos Perú que sí se puede, carajo. En todo caso, y al igual que su sucesora mediática, Kina no decepcionó la atención prestada ni al cartel de esperanza peruana y, en siete asaltos, derrotó a una rival que pegó poco y aguantó hasta donde el referí consideró necesario.
Entonces todos entonamos we are the champions acorde al típico subirse al carro que tanto nos gusta y que, susceptibilidades aparte, no conlleva nocividad alguna sobre todo en un país tan escaso de triunfos deportivos.
Pero una cosa es poner Grande kina en el estado del Facebook y otra es decir -periodista desubicado- que con el triunfo de Malpartida asistíamos al resurgimiento del boxeo peruano en el panorama mundial. La afirmación no es solo exagerada... es peligrosa.
Porque el triunfo de la boxeadora responde, sin duda, a un trabajo constante y esforzado pero, hasta donde yo sé, desprovisto de todo apoyo estatal o privado (no, apoyo no es poner el logo en la lona del ring)
En todo caso, debería aprovecharse el momentáneo interés suscitado por Malpartida y su campeonato y buscar un apoyo real de políticos y empresarios que no durarán en sacarse una foto oportunista mientras dure la fiebre. Una foto, pero también un cheque.
Mientras tanto celebremos que el título se retuvo y se retuvo en casa. Con exagerado entusiasmo, pero sin estupideces que, en lugar de inmortalizar el momento, lo rebajan a vacua huachafería.

2 comentarios:

nat Ch dijo...

lo único que sabe hacer bien es pelear y bueno la contrincante con 10 años menos y la mitad de peso no fue un gran reto..Kina parece que sufre d retraso mental por tanto golpe en las cabeza..habla incoherencias.

Ximena dijo...

bueno no se trata si habla inconherencias o no, lo que marlowe sugiere es muy cierto, el deporte peruano es simplemente el futbol, donde mas punche le dan, mas decepcion trae, un peruano tiene que irse a otro pais a recibir apoyo, un peruano tiene que velar por sus viajes sus entrenamientos, su equipo para triunfar...el mismo centralismo no ayuda para nada...el Perú es lima, olvidandose de las provincias que triunfadores tienes: pero no descubiertos. Es muy cierto lo que dices.