viernes, 2 de octubre de 2009

Zamba para no morir

eternidad.

(Del lat. aeternĭtas, -ātis).

1. f. Perpetuidad sin principio, sucesión ni fin.

2. f. Duración dilatada de siglos y edades.

3. f. Rel. Posesión simultánea y perfecta de una vida interminable

5. f. Rel. Vida perdurable de la persona después de la muerte.


Mercedes Sosa forma parte del inventario de nuestras vidas, incluso sin que hayamos reparado concientemente en ello, incluso sin que estemos de acuerdo. Como el rostro del Che Guevara, como Macondo; su imagen de matriarca serena durmiendo a sus hijos con cantos real maravillosos de una América unida e indoblame, su voz firme y conmovida capaz de reverberar hasta en las paredes de los corazones más indiferentes, sus brazos extendidos invitando al mundo a su utopía en forma de folklore. A manera de un vinilo que sonaba en domingos familiares, como el sonido inubicable de una radio perdida en la madrugada o mediante una amiga que nos presta un disco con actitud casi religiosa y con eso nos enseña un mundo; un recuerdo, un deja vu y gracias la vida que me ha dado tanto. De mil maneras, ha estado ahí.

Dicen que ya murió. ¿Pero cómo se muere lo que es eterno?

Repartida en el aire a cantar... siempre.


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