miércoles, 4 de noviembre de 2009

Besos con maquillaje.

Golpes de batería. Gritos de guerra y guitarras afiladas reventando los parlantes. Rock con testosterona, con huevos, con actitud. Sin humildad y sin conseciones: El rock como una maquinaria implacable para conquistar el mundo.

Las viejas bestias rugen con nuevos riffs. Al regreso de Metallica y AC/DC se suma Kiss con Sonic Boom, una producción que, al igual que las nuevas placas de sus colegas, apuesta por el camino del old school.

Y si en Metallica el retorno pasa por la rapidez y en AC/DC por la contundencia, lo de la banda liderada por Paul Stanley y Gene Simmons es una vuelta al espíritu lúdico y sobre todo grandilocuente de sus mejores trabajos: canciones que venden diversión, canciones para ser cantadas no en la introspección de tu cuarto sino en la inmensidad de un estadio junto a otros miles rendidos a la parafernalia de los caras pintadas, a su rock de bisutería (porque, tal como cuenta la leyenda, mientras todas las bandas aspiraban a ser como los Beatles, Kiss siempre quiso ser como la Coca Cola)

Ahi están los coros pegadizos sobre una base de hard rock. Ahí los gritos de Stanley (con más de cincuenta años a cuestas, su voz sigue alcanzado notas heróicas) y el estilo punk al cantar de Simmons. Ahí los himnos al sexo, al rock and roll, las borracheras y los amigos. Kiss nunca quiso arreglar el mundo. Quería comérselo entero. Con Sonic Boom lo vuelve a lograr durante el tiempo que duran las once nuevas canciones.

Sobra decir que si nunca comulgaste con la banda sigue tu camino, hermanito, y no te hagas bolas. Si eres parte de la Kiss Army no saldrás decepcionado. Si es tu primera vez ante la lengua y el maquillaje... lame y disfruta. Ideal para escuchar con audífonos, a todo volumen y olvidarse de lo jodido que suele ser el mundo sin pirotecnia.


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